Luego de su segunda partida de Deep Purple en 1989, Ian Gillan, el magnífico cantante del registro vocal superdotado, siguió grabando albums en solitario. Uno de ellos es el Toolbox (1991), que es considerado por los críticos como el mejor de su etapa de solista.
En efecto, este larga duración contiene composiciones de excelente calidad como Dirty Dog, Candy Horizon, Don't Hold Me Back, Gassed Up y Everything I Need. La voz de Gillan alcanza notas altísimas en amplios pasajes de la grabación, bien secundada por Steve Morris en guitarra, Leonard Haze -baterista de Y & T- y Brett Bloomfield en el Bajo.
No desentonan los temas Hang Me Out To Dry, Pictures Of Hell, Bed Of Nails y Dancing Nylon Shirts en sus dos versiones (Part 1 y 2).
Curiosamente, la composición menos brillante es la que lleva el mismo nombre del album, pero aún así se trata en general de un trabajo tan bien elaborado, que merece el puntaje máximo.
Cabe recordar, que en 1992 Gillan retornó nuevamente a Deep Purple, donde se mantiene hasta la fecha, hecho que motivó el apartamiento definitivo del guitarrista clásico de la banda, Ritchie Blackmore, con quien tuvo siempre diferencias personales.
En resumen, Toolbox es un disco espléndido, lleno de buenos momentos de auténtico hard rock en la voz de uno de los más grandes vocalistas del género: Ian Gillan, quien en directo también es espectacular, se podría decir que su voz en realidad es de otro mundo.
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